En Vigilia

Antes de ir a dormir me senté a esperar la noche bajo los naranjos, uno de los dones que ofrece el Verano es su noche esplendorosa y hospitalaria, pensé así dejarla descender como un regio manto, pero la noche no cae como si fuese lluvia o polvo de estrella que precipita solo y porque si:

Aparece desde no se donde,
sigue la extensión agónica del sol,
colándose entre los poros,
extinguiendo las llamas hasta el alba.

Luego avanza, irrumpe, invade,
adormeciendo los sentidos del resto,
despertando a "los seres de plata",a los bohemios,
cuyas ideas fluyen como en cascada al borde del pensamiento,
en la espesura del raciocinio,
entre el negro húmedo y la sutileza del susurro esa voz acallada que no es eco ni resonancia, es silencio.

Las gotas fundidas recorren el papel en su superficie,
impregnando las frases,
así en plenitud,
austero sosiego,
inmensidad alucinógena,
soledad-catarsis del alma y el ingenio-
cobran formas, fondos, sentido y su opuesto,
un compás como el del son cubano, pura evasión , pasión en desenfreno
la noche cabalga rauda,
entre olas en verso,
la palabra emerge húmeda,
escalando nubes, absorbiendo vientos
el tiempo ya no existe, ya todo es su feudo.
a veces vislumbro el día luminoso y en movimiento, mas lo particiono en trazos
para mi existencia difíciles de encuadrar,
con el amanecer ad portas yergo mi cuerpo,
preparo el retiro ,
dirijo los pasos en retroceso,
envuelta en una estela con olor a campo y a huerto,
a rocío fresco,
bajo el brazo mi libreta de notas en ella algunas ramas secas,
un par de insectos,
miles de monólogos,
par de diálogos etéreos
y uno que otro sueño.